La naturaleza en la enseñanza Montessori

La naturaleza en la enseñanza Montessori juega un papel fundamental, a que es el primer ambiente libre de paredes y con elementos propicios para que los niños y niñas vayan aplicando los aprendizajes primordiales, tanto guiados como constructivistas, que en las aulas se les han impartido.

Porque si bien los elementos académicos y metódicamente construidos y ajustados para la infancia en edad escolar que esta metodología ha llevado por décadas de manera exitosa (por ejemplo, la mesa Montessori), es el encuentro con la naturaleza la que despejará y hará saber de manera psicoanímica al alumnado el cómo, por qué y cuándo aplicar los conocimientos adquiridos.

La naturaleza en la enseñanza Montessori es pues el preámbulo de la vida social, reforzando con el conocimiento de que para que exista una vida social, el alumno ha de cuidar por igual a todo el ecosistema, base y principio de la vida en la tierra.

Y las ganancias por conocimiento mutuo, práctico, guiado, empírico y sobre todo, vivencial, se pueden considerar permanentes y ajustables a todo aquello que el niño quiera ser y hacer en el transcurso de su existencia.

La naturaleza en la enseñanza Montessori

La naturaleza en la enseñanza Montessori

Para María Montessori, creadora de esta metodología la interacción entre el niño y el mundo natural se ocurre cuando no tiene distractores.

Que duerma al aire libre, se moje bajo la lluvia, tome sanamente el sol, chapotee en el agua, siembre y abrace a un árbol, son elementos valiosos para su formación que deben pasar de la metáfora a la práctica.

Los niños deben ser protegidos por los adultos, pero ello no significa de protegerlos excesivamente de vivir los placeres y saberes naturales.

Así como para los niños rurales, es necesario la interacción dinámica y libre con las zonas urbanas, para los niños urbanos la interacción con los diversos elementos naturales de las zonas rurales les ayuda a impulsar sus querencias, su instinto de supervivencia, sus ansias de saber.

La naturaleza en la enseñanza Montessori es fundamental para alejar a los niños de la prisión en la que sus padres los encierran, haciéndose temerosos o indiferentes a los conocimientos que la interacción natural ofrece y despierta en la creatividad y curiosidad infantil y por igual el placer de demostrar su potencial físico y capacidad de sorpresa cuando tiene interacción con todo aquello que la madre naturaleza puede ofrecerles.

Bondades de esta metodología en el predio de natura

La naturaleza en la enseñanza Montessori es una manera de acercamiento mutuo, en el que se interactúa, se aprende y a la vez, se cuenta y demuestra el conocimiento en un ciclo frecuente que jamás deja de aportar aprendizajes vitales.

El niño se siente libre, contempla, se hace uno con la belleza y utilidad del entorno; de allí provienen tanto su conocimiento y acción, así como sus ansias de proteger a quien tanto le aporta.

Alejan al niño de la presión de las aulas y les permiten drenar en los predios naturales. Así vemos que la naturaleza en la enseñanza Montessori es un salón sin paredes en el que no se deja de aprender aunque se estén divirtiendo.

Apartan a los niños de la tecnología, problemas familiares o del país y le quitan los miedos o mitos sobre el contacto con la vida natural.

Es una metodología que ayuda a alcanzar un desarrollo físico, psicológico y social apropiados, mismo en el que el alumnado puede introducir sus aportes (su visión, deseos, estilos, aportes de protección a la naturaleza, etc.).

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies